viernes, 16 de diciembre de 2011

Leonard Cohen - So long, Marianne

Acércate a la ventana, amor, me gustaría leerte la palma de la mano. Yo solía creer que era algo así como un vagabundo antes de dejarte que me llevaras a casa. Ahora adiós, Mariana, es hora de que comencemos a reírnos y a llorar y a llorar y a reinos de todo otra vez. Ya sabes que me encantó vivir contigo pero me hiciste olvidar demasiadas cosas. Olvidé rezar por los ángeles y los ángeles olvidaron rezar por mí. Ahora adiós, Mariana, es hora de que comencemos… Nos conocimos en el parque verde y con lilas cuando éramos casi jóvenes. Tú me sostenías como si yo fuera un crucifijo mientras caíamos de rodillas en la oscuridad. Ahora adiós, Mariana, es hora de que comencemos… Tus cartas me dicen que ahora estás junto a mí. ¿Por qué, entonces, me siento solo? Estoy en la cornisa y tu delgada telaraña ata mi tobillo a la piedra. Ahora adiós, Mariana, es hora de que comencemos… Por ahora necesito tu amor oculto. Soy frío como una navaja de afeitar. Me dejaste cuando te dije que yo era curioso. Nunca dije que fuera valiente. Ahora adiós, Mariana, es hora de que comencemos… Eres tan hermosa. Veo que te has ido y que te has cambiado de nombre. Y justo cuando acababa de subir la montaña para lavar mis párpados en la lluvia. Ahora adiós, Mariana, es hora de que comencemos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario